Mostrando entradas con la etiqueta Poema. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poema. Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de marzo de 2012

[Poema]



Té de constelación I

Voy a escribirte un poema
que no tenga estructura
ni palabras
ni principio
ni final
nada que estorbe la copulación entre
la destrucción de la consciencia poética
y la restauración de la esencia  imaginativa
para generar imágenes
carnívoras auto-regenerativas:
 caballos siendo montados
por ángeles de cristal
con los ojos de lava
a punto de escupir versos
tan hermosísimos
que Dios nos envidiará,
 ejércitos de mariposas
con galaxias rojas
en el estómago a punto de disparar
rayos láser para tatuarnos,
plantas de origami
pintando en el techo electro-fonemas
que vibran más y más cerca
hasta volvernos una canción
una canción que nunca empezó
y nunca terminará.
Un poema que no se pueda leer
ni esté atado a esos libros
que explican paso por paso
como se debe comer el corazón
porque este pedazo de big bang
es la destrucción de las formulas mentales,
es el delirio de sustancias astro-activas
y la risa eufórica de la sangre,
es la locura con alas de cuervo
y la revolución de estrellas
en una pantalla táctil en tu vientre,
la alucinación de árboles bailando
sobre nuestra tumba
porque habrán absorbido nuestros cien kilos de alma,
alma creada por las células madres inyectadas
en los atardeceres que nos vieron
 leer los tres corazones de la luna
con un caleidoscopio de telarañas,
la tri-palpitación será el ritmo
con que giran los planetas
 y en los planetas girarán navíos
y en ellos girarán letras.
Un poema que sea un sistema solar
a punto de colapsar, 
los planetas besando tu frente
antes de desvestirte
y tildar cada cicatriz de tus gemidos,
cada caricia que nos pintamos en la piel
para darle de comer a las supernovas
que bailan en tus pupilas
el ritmo de las luciérnagas.
Un poema que pueda beberse y bebernos,
que sea veneno para revivir
y sea la cura para enloquecer,
el canto de una garza
en forma de cometas sobre la orilla del mundo
que será un libro incendiándose
o una taza de té dibujando tu nacimiento.
Un poema que pinte nuestros huesos
de un color que sea la risa de un niño
en tu vientre.
Un poema que pueda comerse,
como tú te devoras los eclipses
en los sueños de peces muertos,
las guerras en blanco y negro
que estallan en el bosque de tus miedos,
la sinfonía de gatos tocando blues
en un callejón de Detroit
como si hubiesen tenido sólo una vida,
a mí que ya fui digerido
junto a este poema cuando lo soñé.
Un poema que tenga el néctar
de los dinosaurios
y la sangre digitalizándose
en una escena de nuestra cama
con huesos elevándose hasta el cielo,
notas melódicas vestidas de princesa venusiana,
una cordillera de lobos extendiéndose
aullando mantras.
Un poema que sea un collar de aves
tocando la armónica
para que tengas música en la octava dimensión,
donde despertaremos
después de que este poema haya nacido
o muerto
o que se nos presente
como una triste cara unidimensional
de un cubo llamado existencia.
Un poema que sea en código maya inelegible
capaz de mutar para que el fin del mundo
 sea la paráfrasis de este poema a punto de estallar.
Un poema que sea un mundo nuevo
 donde los relámpagos se disfracen de cruces
en la frente de los caballos
y podamos gritar
sobre la última península de tus costillas.
Bailaremos alrededor de este poema
con furia sexual,
con los niños que sembramos
en el patio de atrás
antes de que alcancen la eternidad.
Concentraremos todos los átomos
en un frasco
para pintar con ellos cada imagen de este poema,
cada segundo vibrando en la carretera por el desierto,
cada misil apuntando a esta patria
con el dedo en el botón de disparo,
cada aurora boreal que escupimos
al techo mientras nos embriagábamos desesperadamente,
cada himen que el sol fotografió,
cada espasmo del mar como un arma
en la boca de sirenas rabiosas,
cada manzana envenenada
lamiendo tus muslos a media noche,
cada viaje en nuestras vidas anteriores a este mundo
cuando era sólo un árbol con corazones de neón por frutos
donde nos mecíamos horas
bebiendo un té de constelaciones
y corríamos por las ramas aventando soles
y gritando  para despertar a los fetos
que lloraban como violines santificados,
 hacíamos el truco que nos enseñaron:
girar
girar hasta volvernos nebulosas tigre
y chocar es un acto innombrable
para crear un poema que tendrá tus ojos
y mis ganas de volverme santo:
Un poema inmortal que camine por cada uno de tus huesos
pensando en el futuro o el pasado,
en las guerras a punto de comenzar en Marte
o en los besos de peces crucificados,
en lamer las venas a punto de estallar
y crujir los dientes
para hablar con los animales de corazón alegórico,
pensando que la vida no es vida
si no tienes a quien matar ni quien te mate
y yo te tengo a ti
y a este poema
que te lo dice sin palabras.


Jesús Gallegos
"Mosca"


Primera parte del tri-poema "Tres constelaciones"

domingo, 26 de junio de 2011

[Poema]



Mi hermana saltó del reloj de pared que mi madre colgó cuando sus manos eran pétalos de neón acariciando el infinito
y nosotros éramos apenas el segundero paseando en su piel como cabellos sin noche
mi hermana era mil pedazos de rompecabezas mutando a otras piezas sin ojos
Mi hermana saltó mi hermana saltó mi hermana saltó mi hermana saltó
mi hermana saltó mi hermana saltó mi hermana saltó
mi hermana saltó mi hermana saltó
mi hermana saltó
y rompió las horas
la casas
los hijos
los libros
el tiempo
se rompió ella
se volvió un eléctrica
yo deseo ser eléctrico



Mosca

viernes, 8 de abril de 2011

[Poema]





Sólo podemos criar solsticios,

y tendrán derecho a suicidarse durante este

lapsus encerrado bajo peces,

donde cada vez que me acerque a ti

huirán tras lunas

extinguiendo los dolores hipnóticos de los

demonios callejeros

que planean sobre nuestra sed digital.









Mosca

jueves, 24 de marzo de 2011

[Poema]





Llévame al séptimo cadáver
donde pueda soñarme con tres disparos
y ver el calendario para saber
si hoy morir es permitido.



Mosca

domingo, 27 de febrero de 2011

[Poema]

La locura lleva tu nombre

Gabriela G. S. 


Desde hace algunas noches
te he soñado
hasta agotar los meteoritos de la ceguera hipnótica
dónde mi cuerpo descansa:

Te veo emergiendo del rio
colgándote los cuerpos de mis dolores incandescentes con censura pornográfica
y un ligero oleaje golpeándome
sobre la boca de un ave
en un sin fin de latidos como escamas negras.

Entra por la Orta de mis delirios
sal por la indecencia de nuestros cuerpos flotando
a mar abierto
mientras escribo una carta sobre una serpiente que hace nido en mi locura.

Consumámonos en la lobectomía de tardes que palidecen
o mudemos la piel de esta ciudad:


¡que ya me están saliendo alas!
Y siento que los hombres se vuelven paranoias destructivas
juguetes de arsénico sobre los mantos de donde me ven flotar

¡que ya las escamas pueblan mis ojos!
Y dicen que sueño con serpientes lucero
que un dios será atrapado en la ira de los pescadores
que alucino con lenguas bífidas
que me escribo en la piel sobre colmillos que se clavan en mi locura
por verte resurgir del río.









Autor: Mosca
Libro: La última ciudad serpiente

domingo, 30 de enero de 2011

[Poema]

Terminal de autobuses para pervertidos

La puerta de la ciudad de las bestias sin dientes,
no pestañea con los encantos de sus musas arrolladas
por mis tonta manos,  con las que te doy de desayunar
exasperaciones, por mi adicción a fotografiar esos cuerpos delicadamente puestos para que los ojos ajenos se viertan en la íntima sexualidad de la sangre.
La ciudad contaminada por los agobios del destino hacen que mi viaje sea lejano,  a esos finitos pasajes callejeros donde las moscas revolotean mis ex amores, 
putrefactos cantos de piel
solares estigmas de café
y besos que no le daré a una fotografía.





Autor: Mosca

martes, 11 de enero de 2011

[Video]




Tardes de ciudades planetarias







"...Fin del mundo"





Mosca

jueves, 23 de diciembre de 2010

[Poema]



Y lo sabes



Los enfermos no bailan,
ni comen,
los enfermos no tienen sexo
ni juegan a los enamorados,
los enfermos no hablan felizmente
porque simplemente no están felices,
los enfermos no se ven como tú,
porque no estas enfermo.

¿Quieres enfermarte?
Trabaja.




Autor: MoscaNota: Tengo trabajo, de ahí sale para el trago.

viernes, 3 de diciembre de 2010

[Poema]


Cosas de mares y dioses


Hoy estoy sobre el mar,
sobre todas las cosas marinas que
nunca tendrán sexo por placer,
ni beberán una cerveza fría.
Estoy sobre el mar,
arriba de los amores acuáticos,
cómo un Jesucristo moderno
que guía a los hombres pez hacía a otro lado,
con mis pies arrugándose
y mi ego inundándose.
Nado sin tocar el agua
no necesito para ser un dios cruzando las olas.

Hoy estoy sobre el mar,
de dónde salen las sirenas putas de la Camacho,
que provocan con cantos de faldas cortas
y esa belleza urbana carmesí labial
dónde embelesan a cuanto buen hombre pez
pasa por su acera de piedra.
Estoy arriba de ti
y de ti,
de tus escamas vaginales
de tus ventosas de bala
que se adhieren a mi muerte.
Hoy estoy sobre todos tus recuerdos
de pez diminuto
colgándome a la propela de una mujer sin nombre
que masca el chicle cómo yo a la marea.
Desnudándome para cruzar la frontera visual de un país acuático,
que es gobernado por la sal
y la violenta corriente del norte
que sacude a las algas de miedo
a los hombres pez de miedo
a los niños ballena de miedo
a la gente arrecife.

Hoy estoy sobre el mar,
sobre el sudor de Dios,
contando a todos los muertos van flotando,
tarareando y brindando sin sed,
viendo al fondo con ojos de cangrejo.
Hablo de estar arriba de ti,
porque simplemente puedo hablar
y decir que mis pies pisan tu cielo.











Poema: Mosca
Nota: Extraido del libro, aun sin nombre sobre mi ciudad. Sí, la compré.

jueves, 18 de noviembre de 2010

[Poema]

 Rincones cuerpo




En cada rincón de tu cuerpo
       encuentro alojo a mis edades
               sótanos deshabitados
               dónde los martirizados colgaron el cuello
esas pequeñas partículas subatómicas
de mujer
       capricho evolutivo

       que detienen el tiempo
       presionan el humor de mis ojos
               hasta volverme un esqueleto
                       de arena
                       de noche
                       de saliva
son el último suspiro al encuentro de astros
       en los dientes de perla zodiacal
       hasta las penetraciones diáfanas de mi guadaña erecta
               mortalmente erecta
               en la sepultura benigna de un dios creado
               por la oscilación de nuestras lasitudes amorosas.
En cada rincón de tu cuerpo
 almas vírgenes se secretean el infinito
       en hipérbolas fantasiosas
       trazando relatividades de un poro a otro
               rezando
                        cantos con fe de uñas para dentro
       cubiertas por cortinas traslucidas
               polvoreadas por la indecencia
               por los sueños de otras vidas
                       drogando la mortalidad
                        subyugando el viaje
                                de una puerta ojo
                                a una venta hombro.
la luz extravía su forma
removiendo los satélites de la cordura
      artefactos digitalmente editados
      para guiar mi destino inservible
               a la civilización que nace de tu sudor
               y desaparece en la anemia universal.

En cada rincón de tu cuerpo
los vientos se coagulan fermentando la soledad
       vomitando la perversión
               infecciosa y arenosa

       enumerando tus gestos de arcilla
               colgándolos en pares
                      en el cuarto negro estomago
               imprimiendo los nones
                      secándoles en laminas manos
                               para poder fumarles con ceniza de mujer
las migajas nocturnas alimentan
ego murciélagos
       que se esconden
               como vil amante
                            pues hay tantos lugares en tu cuerpo.



Poema: Rincones cuerpo
Autor: Mosca
Para: Gabriela
Nota: Entre más tiempo pasamos con una persona, descubrimos partes y rincones desconocidos.