Mostrando entradas con la etiqueta Coatzacoalcos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Coatzacoalcos. Mostrar todas las entradas

domingo, 30 de enero de 2011

[Poema]

Terminal de autobuses para pervertidos

La puerta de la ciudad de las bestias sin dientes,
no pestañea con los encantos de sus musas arrolladas
por mis tonta manos,  con las que te doy de desayunar
exasperaciones, por mi adicción a fotografiar esos cuerpos delicadamente puestos para que los ojos ajenos se viertan en la íntima sexualidad de la sangre.
La ciudad contaminada por los agobios del destino hacen que mi viaje sea lejano,  a esos finitos pasajes callejeros donde las moscas revolotean mis ex amores, 
putrefactos cantos de piel
solares estigmas de café
y besos que no le daré a una fotografía.





Autor: Mosca

viernes, 3 de diciembre de 2010

[Poema]


Cosas de mares y dioses


Hoy estoy sobre el mar,
sobre todas las cosas marinas que
nunca tendrán sexo por placer,
ni beberán una cerveza fría.
Estoy sobre el mar,
arriba de los amores acuáticos,
cómo un Jesucristo moderno
que guía a los hombres pez hacía a otro lado,
con mis pies arrugándose
y mi ego inundándose.
Nado sin tocar el agua
no necesito para ser un dios cruzando las olas.

Hoy estoy sobre el mar,
de dónde salen las sirenas putas de la Camacho,
que provocan con cantos de faldas cortas
y esa belleza urbana carmesí labial
dónde embelesan a cuanto buen hombre pez
pasa por su acera de piedra.
Estoy arriba de ti
y de ti,
de tus escamas vaginales
de tus ventosas de bala
que se adhieren a mi muerte.
Hoy estoy sobre todos tus recuerdos
de pez diminuto
colgándome a la propela de una mujer sin nombre
que masca el chicle cómo yo a la marea.
Desnudándome para cruzar la frontera visual de un país acuático,
que es gobernado por la sal
y la violenta corriente del norte
que sacude a las algas de miedo
a los hombres pez de miedo
a los niños ballena de miedo
a la gente arrecife.

Hoy estoy sobre el mar,
sobre el sudor de Dios,
contando a todos los muertos van flotando,
tarareando y brindando sin sed,
viendo al fondo con ojos de cangrejo.
Hablo de estar arriba de ti,
porque simplemente puedo hablar
y decir que mis pies pisan tu cielo.











Poema: Mosca
Nota: Extraido del libro, aun sin nombre sobre mi ciudad. Sí, la compré.