jueves, 28 de julio de 2011

[Debate]



No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.
François Marie Arouet


Antes de mostrar el Manifiesto que escribió y leyó Óscar Tanat (de los autodenominados Postcorrientistas) el último día que estuvimos en Oaxaca, me gustaría hacer dos comentarios.

El primero es sobre lo agradable que es encontrar otras voces que defiendan la poesía, que la adopten tan apasionadamente y sea parte de su estilo de vida, pero esto deriva a mi segundo comentario, el cual es el desagrado que obtengo de una forma de pensar tan cerrada y retrograda. Es cierto que tenemos libertad de expresarnos cuando y donde queramos, pero el minimizar o tratar de ridiculizar la forma de vida de otros, es y será detestable.
No estoy en contra de que se exponga una diferente forma de pensar a la que el Colectivo Intransigente o yo tengamos, pues es una de las primicias que supongo y espero todos los colectivos de poesía y arte debemos tener presente. Pero sí estoy en contra del modo en que una forma de pensar egocéntrica nos puede llevar a un estancamiento, y no sólo en el arte, sino en la propia vida. El que uno piense diferente a la mayoría, o viceversa, no es motivo para juzgar o mejor dicho, para acusar que esa forma de pensar/actuar es “ridiculizar” la convicción acusador, y con respecto al arte, y este caso la poesía, el pensar, expresar y vivir la poesía de forma diferente a otro(s) no debe ser motivo para rebajar u ofender.    
La pluralidad nos lleva a la evolución de la consciencia.


Jesús Gallegos "Mosca"







La poesía como mero espectáculo público, es rebajar su condición y adjudicarle la necesidad de transmitir sus mensajes como cualquier código de habla cotidiano. La poesía no merece estar en las calles por su condición inmaterial. Arrastrar las palabras de un poema por la avenida, es someter a los preceptos de la mendicidad, a los preceptos de la exhibición vulgar.

La poesía, como todo arte que deriva de lo sagrado, y que presume de mantener su esencia irreductible, como el teatro de la crueldad de Artaud, debe mantenerse como un código oculto.

El entendimiento del poema sólo está designado para un puñado ínfimo de personas, para una limitada red de espíritus ajenos, de hecho, debería repensarse la idea de poesía que actúa como un prestidigitador, como un brujo magnético provisto de técnicas especializadas, técnicas más avanzadas que las de la ciencia, técnicas superiores a las del cualquier artilugio religioso, y que hasta hoy han sido imposibles de descifrar.
La verdadera poesía tiene la extraordinaria facultad de atraer a sus lectores, de envolverlos, no le interesa el vulgar transeúnte, no le interesa su propio autor. Los poetas somos títeres de la poesía, los poemas nos escogen como su vulgar herramienta de codificación, “El diablo es quien maneja los hilos que nos mueven”, dice Baudelaire, “La poesía es quien maneja los hilos que nos mueven”, exclaman los poemas.
La calle no es terreno para la poesía, convertirla en artilugio público es ir en contra de ella, es ir en contra de su fuerza, no nos damos cuenta que seremos aplastados por ella, que nuestro ego ridículo es su ego, la poesía debe aspirar a penetrar la carne, y lo hace, nos lastima, nos agita, nos emociona, nos entorpece, nos desmorona, nos aniquila, nos destruye, nos construye, nos enferma, nos impele a clasificar el tiempo, a los amigos, a los conocidos, a poner etiqueta; la poesía es la gran soberana de la realidad, la que le da sentido a la cultura, todos tenemos un nombre, todo tiene nombre, todo está clasificado, todos es una metáfora: la luz dentro del bar es un artilugio estético de la poesía, el mezcal sonríe al ejecutar su danza sobre el cuerpo, la música no es más que la mera decoración de todo este silencio, el silencio es el fondo de las cosas, el silencio es lo que nos sostiene, el silencio es todo el blando de la hoja, la hoja es este bar, la hoja, señoras y señores, la hoja y el silencio es el poema.
Navegamos el poema, nuestro meados recaen sobre el poema, nuestras palabras de amor, de odio, de muerte, de olvido, de fuga, de suerte, de nada, se filtran en este gran poema, inútil es pues llevar a la calle la poesía, puesto que la calles es un poema.
La poesía no sirve para nada, sólo para sostenernos.
Óscar Tanat 

26 comentarios:

  1. Hola:
    desafortunadamente la poesía se ha convertido en un negocio barato (y digo barato porque se aprovechan de ella) donde muchos se vuelven mezquinos, incluso el egocentrismo, como menciona Jesús Gallegos, se vive día con día. Considero el egocentrismo por la simple razón de quien "entiende un poema" es un tipo elitista que se considera ortodoxo, cosa tan simplona como cualquier humano que tal vez no comprenda la poesía pero la goza. Hace unos días, platiqué con un conocido y créanme que me sorprendió su respuesta: o bien, se es bueno en la técnica pero no provoca al lector, como lo comenta Óscar Tanat, o se es bueno con las ideas pero "es malo para expresarse". Al final de cuentas la poesía tiene a sus elegidos. Saludos.

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  2. yo no encuentro vulgaridad en calle, en todo caso tampoco sé si tendría sentido peyorativo como pareces insinuar, y bueno vulgaridad me suena bien para una poesía en transformación de lenguaje, contenido, soporte. Detrás de leer en la calle está un acto público; tal como si leyésemos en una fogata en el bosque, se genera un punto de reunión, un acontecimiento un pequeño foco de contagio, incluso por mera curiosidad, sana curiosidad.

    No hay final de cuentas para las entradas al acto poético, la experiencia poética, la poesía escrita siquiera.

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  3. La poesía no debería de estar sólo encerrada en las letras

    un saludo mosca!

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  4. Posc ya empezamos

    Estimado señor Mosca, es un gusto mantener este diálogo abierto el cual era mi interés ocasionar entre poetas. Me gusta generar actos de provocación, esa es la esencia del poscorrientismo, del cual evidentemente usted también forma parte, pese a la negación o aprobación que pudiera suscitar. Por lo que le agradezco la publicación en su blog de mi modesta reflexión literaria.
    La provocación de un texto que niega la poesía en las calles debe ser la afrenta indispensable para un grupo que la afirma ¿no es acaso la contradicción uno de los ejes fundamentales de la lógica poética? ¿no es acaso el estimulo perfecto para la reflexión de nuestro propio quehacer?, yo mismo estaría en mi contra si fuera necesario.
    ¿De qué hubiera servido afirmar los preceptos que usted plantea y ponerme de su lado abiertamente? No hubiéramos logrado nada, la autocomplacencia es el mal más corrosivo, y prefiero antes que nada incitar a la crítica que a los abrazos. Pero, como todo buen poeta, habrá que tener cuidado con el manejo de los adjetivos: retrograda, egocéntrica, cerrada etc. Las palabras deben ser analizadas en su justa extensión semántica
    Usted dice, "minimizar o tratar de ridiculizar la forma de vida de otros, es y será detestable", y ante esto, permítame recomendarle el breve poema en prosa de Baudelaire "Peguemos a los pobres".
    No es acaso el soplo hacia la llama lo que más la inflama, no es acaso ese ligero acto que bien podría perseguir el asesinato del fuego lo que le incita a seguir viviendo. Me río ¿cómo podría ir en contra de los poetas que hacen algo distinto sin atentar contra el poscorrientismo que es mi bandera? El poscorrientismo es la fragmentación que nos une, la diversidad que se asemeja. La complejidad del término es mayor a su simple reducción a un concepto. Vamos a unirnos sin perder nuestras banderas.
    Le saludo desde Oaxaca recordándole que nunca estaré a favor de sus comentarios pese a que en el fondo esté cabalmente de acuerdo.

    óscar Tanat

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  6. Platiqué un poco al respecto de esto con Curiel en Oaxaca, plática en la que también estuvo presente Mosca y Abigail Rodríguez. No dejo de ver la fuerte carga de fundamentalismo en el manifiesto, podría decir hasta cierto punto fascista, decir que la poesía es para un público reducido es tener una visión corta de la poesía. Lo que sí creo es que se debe tener una visión muy crítica de cómo está haciéndose la lectura del movimiento intransigente por los chicos del centro del país, en lo personal, se lo mencioné a Curiel, es que las lecturas que se realizan en el centro tienen un dejo de panfletarias. Recuerdo que Curiel me dijo algo que jamás podrán sentir los chicos que leen en el DF o Cuernavaca o Puebla, me dijo: “Yo sé que estoy expuesto a que algún día me maten por estar exponiendo lo que pienso y siento en la calle”. M e pregunto a qué se exponen los poetas que leen en el centro. Sin duda creo que la poesía puede realizar cambios sociales poderosos, pero su tiempo es más lento, al menos como yo lo veo leer en las calles es valioso hasta cierto punto, me refiero a los chicos del centro, pero creo que en el norte sí es una cuestión de vida. Me preocupa un poco que la lectura de los intransigentes sea muy pobre, me parece que en el centro tenemos otros problemas hay otras dinámicas diferentes que en el norte debemos hacer una lectura inteligente y crítica por supuesto que indigna la situación en la que vive gran parte del país, curiosamente la Ciudad de México una de las ciudades más violentas del mundo es uno si no es que el lugar más seguro del país. No creo que se deba abandonar el proyecto de lectura en la calle En realidad no importan los medios por los cuales se mueva el acto poético importa mas lo que contienen esos medios de algún modo la ética dentro de los vehículos, ya sea performance o intervenciones o terrorismo poético o una lectura en el bosque.

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  7. Tuve la oportunidad de conocer a Oscar Tanat en nuestro recién viaje de la Constelación Poética por Oaxaca. Curiosamente, alguno de los eventos que pudimos disfrutar mi novio Jhonnatan y yo fue el de Huemac Olivares, un músico que expresó que Oaxaca es el ombligo cósmico y fuente de conocimiento y amor. La magia de esas frecuencias de la naturaleza las disfrutamos ni más ni menos que en un acto público donde la sana convivencia y la diversidad fueron imperantes. Es así como se pueden compartir perspectivas de personas que pueden o no ser ajenas a nuestro acto creativo, pero que indudablemente su armonía y sensibilidad pueden atrapar a cualquiera que deje de escuchar con el oído y comience a sentir con el corazón. La poesía como cualquier otro impulso creativo no es solo para los poetas, y esto me recuerda la frase: “Art, is not for artsy people”. Ahora, me parece curioso que Tanat diga que era de su interés ocasionar un diálogo entre poetas, cuando en lo personal no logré entender cuál era su aportación al movimiento literario de la ciudad que visitamos; y vaya que no esperaba que nos recibiera con abrazos ni que se uniera a nuestra acción poética en las calles, simplemente que se abriera un diálogo y una crítica objetiva como tal lo hizo Abigail, una chica de Puebla que nos acompañó en La Nueva Babel leyendo su manifiesto poético, y que con honestidad y defendiendo su postura, nos compartió su crítica al movimiento de los colectivos de poesía y específicamente al colectivo intransigente para así poder construir una reflexión propia de nuestras acciones. Contrario a esto Tanat permaneció de brazos cruzados y sin el mínimo interés de generar un dialogo amistoso. Vaya, más que “poetas, literatos o seres superiores”, somos personas.
    Yo lejos de condicionar y clasificar a la poesía, me mantengo fiel a mi convicción de descentralizar y desinstitucionalizar todo acto creativo que busque generar un cambio en un contexto de segregación, de violencia, apatía, conservadurismo, cotidianidad y sonambulismo por medio de estrategias y acciones diferentes a cualquier canon establecido, manifestando los poderes expresivos del lenguaje visual, auditivo, oral y/o escrito.
    Es verdad que la respuesta de quien escucha no siempre es la que desearía, pero son más las causalidades que me demuestran que estamos conectados con otros seres delirantes, que no me permito considerar como un vulgar transeúnte –como asevera Tanat- a una niña en cuyo rostro se dibuja una sonrisa al escuchar un poema en voz alta, ni a quien viaja en el metro y finge no escuchar porque le han repetido hasta el hartazgo que la poesía no es para él o ella; no creo que el señor que juega ajedrez en el parque mientras leo, mienta cuando me dice que hacen falta más poesía en las calles.

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  8. Basta agregar, y el señor mosca no me dejará mentir, que ese martes escribí el texto aparecido arriba y lo leí públicamente, desafortunadamente no contaba con que partirían los compañeros del norte. El diálogo entre escritores, me parece, debe enriquecerse mediante la letra escrita, como hacemos ahora.

    Me pregunto si la niña sonreía por ver individuos gritando en la calle, o por la cabal comprensión del mensaje que se expresaba en viva voz. En todo caso, el teatro, en este sentido, posee una de las mayores fuerzas.

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  9. Sujetar la comprensión de un poema a sólo ciertas personas es limitar el poder de la poesía, es reducir su magia y misticismo, es rebajarla, atascarla en contextos ortodoxos, es encasillarla, arrinconarla, es volverla una herramienta elitista. El mensaje al leer poesía en la calle no está subyugado realmente al poeta, pues la comprensión varía en las capacidades de entendimiento de cada uno, pero el mensaje está ahí, golpeando las calles para demostrar que hay uno, que hay gente tratando de mover en algo este país. Y ver la sonrisa de una niña, es un mensaje que ha llegado y ha detonado en reacciones electroquímica en ella, es saber que comprende el mensaje, no en la capacidad que alguien como Óscar puede tener o cree tener, pero sí en la capacidad de comprensión de una forma de vida más sencilla, menos limitada. La sonrisa de un niño es poesía aunque él no sepa qué es sonreír, ni qué es poesía.

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  10. Quiero aclarar antes que nada, que yo amo la poesía, no porque sea un "poeta" ni porque haya estudiado la gran cosa, sino por algo que creo que el Sr. Tanat ha olvidado.
    Decir que la poesía no debería ser un espectaculo, es olvidarse de algo fundamental para la poesía, es olvidarse de los sentimientos que puede producir un poema, de las emociones que puede despertar en cualquier ser, sea o no "poeta".
    Independientemente de la técnica, estilo y demás, un pilar importante en la poesía es, y creo que en cualquier arte, la de transmitir emociones, porque si se carece de ello, creo que reduciriamos a la poesía a una simple técnica, a un acto, y no un arte como lo es.
    Y en definitiva el arte esta hecha para compartirse, en la calle, en el cine, en la playa.

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  11. Sí, Tanat, lo leíste justo después de nuestra lectura en Babel y después de que partimos, pero es un hecho que coincidimos en el bar. No importa, vaya, si te gusta reducir el dialogo a la palabra escrita, se comprende. Pero yo no soy ningún ermitaño para negarme a disfrutar de una plática constructiva.
    Y sobre mi comentario de la niña, ignoro si de debiera a la comprensión literal del poema o a que le estaba haciendo cosquillas una hormiguita en el pie, pero el hecho de que yo pueda provocar eso y más en un niño o en cualquier persona al leer libremente y sin poses en la calle, me llena de satisfacción. Ya que insistes en reducir la comprensión de la poesía a unos cuántos “elegidos”, me gustaría que conocieras los poemas que escribe la hija de diez años de una amiga intransigente; o la Lagartija Poeta, una niña multidisciplinaria de doce años que acaba de graduarse de primaria y escribe poesía, obras de corto teatro, toca el violín y actúa; y quienes dejan ver su perfecta comprensión del espacio que les rodea. Algo a lo que muchos “poetas” o “literatos”, nos negamos.

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  12. Hace tiempo Mosca puso en su facebook el mismo enlace y yo comenté algo que será lo mismo que diré ahora. Creo que cada quién tiene derecho a expresarse como le venga en gana y pensar de la poesía lo que quiera, la poesía por sí misma tiene un sin fin de significados, por qué no lo habría de tener en cuanto a sus representaciones.

    Se ha dicho aquí que la poesía debe estár fuera de las letras y es que no es que deba estár sino que ya nació fuera de ellas, la poesía se escapa del poema, va más allá, está en todos lados; sí, en la sonrisa de un niño como en el acto más violento, la poesía está en todos lados, nos sobrepasa.

    Estuve colaborando hace más de un año con el programa "la invasión de los niños come-libros" en vecindades y barrios populares de Puebla; musicalizamos un cuento (música académica y una historia de amor para niños) en la apertura, a veces ayudaba a una de mis amigas que era cuenta cuentos permanente en uno de los barrios, iba también de cuentacuentos improvisada. Ellos leían dos veces a la semana a los niños y entonces en las vecindades y los barrios comenzó a ocurrir algo hermoso, niños que jamás habían leído un libro entero comenzaban a interesarse por la literatura, pero no por la literatura pesada como una definición académica, sino por la creación de nuevos mundos. Yo creo que la literatura no es una cuestión de egos ni de poetas ni de cuentistas, ensayistas o escritores en general; la cosa más importante de la literatura es la literatura por sí misma, la capacidad que tiene de crear nuevas atmósferas, de resurgir un nuevo mundo a partir de la creación.

    Después que terminó ese proyecto me fui de cuentacuentos independiente junto con mi amiga EMMA a un barrio que es aún peor, se llama Xanenetla, no hay alumbrado público en muchas calles, hay mucha prostitución, niños que están todo el día en las calles, los padres son obreros que trabajan todo el día, en una vecindad viven 30 familias... Comenzamos a ir cada semana y los niños que juntabamos eran apáticos a la lectura, obviamente, sólo hablaban de lucha libre y peleas en la escuela, nos enseñaban los moretones que tenían en el cuerpo y sobre los triunfos que habían obtenido al golpearse con otros niños por diversión. Cada semana leíamos un cuento, dibujábamos, jugabamos un rato y después nos ibamos, antes que todas las banditas salieran a tomarse sus caguamas en los parques y los niños se metieran de nuevo a sus casas. No se dieron cuenta, ni ellos ni nosotros, no se dieron cuenta que esa hora en la que los libros nos unían, ya estabamos creando otra atmósfera, otro mundo donde los gatos eran de cualquier color y volaban sobre el universo y las aves eran de fuego y nos conducían por otras tierras. Ya no había cascos de caguamas al rededor porque no importaban, ya no estaban los gritos de las vecindades y hasta fueron desapareciendo de apoco los "chinga tu madre" y los moretones entre los niños.

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  13. Lo que comentaba con Curiel y Karen ese día, junto con Arturo, es lo mismo que pienso hoy, creo que la poesía y el acto poético en las calles es algo hermoso, de verdad hermoso que puede contagiar como dice Yaxkin a muchos otros, que podemos crear mucho a partir de la poesía que no se lee en mesas, en salas sin público donde sólo los poetas vuelven a leer a los mismos poetas y entonces después ¿Qué pasa? Me parece que lo que el colectivo intransigente es valioso proque ya tienen una ruta trazada, he visto por internet sus lecturas en la frontera, en las calles,el contenido de la poesía de Curiel es valioso porque se enfrenta cara a cara con su mundo, lo devela, no lo maquilla sino que intenta mejorarlo.

    A mí me gustaría pensar que todos los chicos a quienes la constelación poética tocó, lo hagan con el afán de crear un nuevo mundo, con la esperanza absurda que crean que pueden lograrlo, así como yo tengo la esperanza absurda que los niños de los barrios a quienes hoy leo, mañana no estarán en las esquinas de su barrio asaltando ancianas con picahielos y reventándoles la boca a otros por quitarles el ring de sus autos.

    Creo en las lecturas callejeras sí son constantes y se trabaja en ellas, si sólo son lecturas de un día, de una hora, y luego los poetas desaparecen, es algo efímero, es cierto. Pero quizá, los poetas deberíamos ser sembradores de poesía, con nuestros poemas, en otras personas, ¡Basta ya del egoísmo! ¡ya! es demasiado, estoy harta y estoy muy triste.


    Yo no sé si Óscar este actuando de alguna forma por mejorar todo esto, pero es un hecho que a todos nos afecta, y algo debemos hacer, así sea distinta nuestra problemática. En México existen muchos problemas, deberíamos tener mucha soluciones.



    Abigail Rodríguez, "la chica de Puebla"

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  15. Sólo quiero decir, al final, ya dije mucho, pero no me importa... que espero que todo esto no se convierta en una moda, y si es una moda, que llegue al punto del contagio real hasta el compromiso de un cambio verdadero, yo sólo espero, yo sólo espero...

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  16. entrar en polémica por estos asuntos es tremendamente cursi, <3!!

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  17. Buenas noches a todos,

    Me llamo Saúl Díaz Parra, y junto con Oscar Tanat, Jesús Rito y algunos otros poetas soy fundador del movimiento poscorrientista. En primero lugar, quisiera decirle al señor Mosca, que me parece que su apreciación sobre las ideas de Oscar Tanat y el manifiesto poscorrientista, me parecen juicios a la ligera, y en todo caso, muestras de la incomprensión del mismo texto. El desagrado que "obtiene de una forma de pensar tan cerrada y retrograda", es en sí, una contradicción. Si hubiera leído con atención el texto de Tanat, habría notado que el poscorrientismo lejos de cerrarse es una completa apertura hacia nuevas formas de la lírica, a partir de la aceptación del agotamiento de las corrientes y las formas típicas, en cuyo caso, no es una propuesta cerrada, sino al contrario, abierta, y en absoluto retrógrada. Llamar a los poscorrientistas Colectivo Intransigente, es una forma mediocre del pensamiento, pues como todo su posicionamiento, es producto de un juicio a la ligera, pues el señor Mosca ni siquiera conoce a otros miembros del colectivo, entonces, ¡cómo puede llamar al colectivo intransigente al haber conocido si acaso superficialmente a solo uno de sus miembros?, de nuevo, el juicio es ligero y por lo tanto carente de validez. Por otra parte, si el señor Mosca si quiera conociera un poco el ambiente literario oaxaqueño podría comprender que lejos de "minimizar o tratar de ridiculizar la forma de vida de otros, es y será detestable", el poscorrientismo intentó invitar y abrir, así como romper con el estrecho círculo que habían creado, y aún siguen promoviendo, algunos poetas "consagrados", que mantenían y mantienen a la literatura, encerrada dentro de su pequeño feudo. Por lo tanto,invitaría a todos ustedes a analizar el texto de Tanat que promueve la ruptura de los muros invisibles y de las fronteras del arte y de los feudos artísticos, para dar apertura a todas aquellas voces excluidas que hasta el momento, han permanecido a la sombra de los señores feudales de la poesía en el estado.Por lo tanto, si el señor Mosca habla con tanto énfasis de "pluralidad", y de no descalificar, ¿por qué termina descalificando a su vez, y juzgando el trabajo del joven escritor y otros miembros del Colectivo Intransigente?, sin siquiera conocer su trabajo. Perdón, pero a mí en lo personal me parece que el termina siendo preso de sus propias críticas, termina minimizando con críticas banales e infundadas, el esfuerzo de un grupo de poetas, por precisamente, insertar nombres invisibles, a través de la sugerencia de las rupturas de las formas preconcebidas, que en cuyo caso, no tiene nada de retrógrada (con acento). Por ello sugiero al señor Mosca que si tanto presume de una evolución a través de la pluralidad, que abra su mente, intente leer sin juzgar el material de Oscar Tanat, pues de lo contrario, termina siendo un descalificador del trabajo de los demás: es decir, un perro que se muerde la cola solo. saludos cordiales y afectuosos a todos.

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  18. Siento que ya llegamos a un punto de debatir o criticar sin saber realmente que debatimos o lo que pasó esos días.
    Mi estimado Saúl Diaz, no sé si estuviste en encuentro del domingo, o lunes en Oaxaca cuando llegó el "Colectivo Intransigente de Tijuana", que por lo visto, no.
    Espero que entiendas, como se lo dije a Óscar, gran y estimado amigo y compatriota del movimiento artístico, sea cual sea este su medio, fue hermoso lo que dijo porque puede reforzar o reafirmar una postura, porque eso nos lleva al no conformismo.
    Llamo "retrograda" al pensar que la poesía se ridiculiza al llevarla a las calles pues como el propio Óscar dice: la poesía es la calle.
    Yo jamás hablé sobre Los Postcorrientistas y sus ideologías, la cuales he leído desde hace un par de meses, jamás llamaré retrograda a un personaje que como repito: "es agradable encontrar otras voces que defiendan la poesía, que la adopten tan apasionadamente y sea parte de su estilo de vida".
    Este debate es y permitemelo aclararlo, sobre la lectura de poesía en las calles.
    No es sobre el postcorrientismos ni sus integrantes.
    Pero como veo que ya estamos dando tumbos y vueltas en circulos, si alguien más quiere comentar, seguirá abierto el espacio para comentarios y criticas.
    Abrazos a todos y espero que esto lleve a no estancar la poesía en chismes y diretes, sino volverla más activa y vida que nunca.

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  19. ah muchas gracias por aclararlo, creo que el que estaba confundido era yo, jajajajajajajaja. espero que también puedan compartir de su material. Dado lo anterior, retiro lo dicho al señor Mosca, pues comprendí las cosas en un contexto diferente.
    Saludos afectuosos a todos.

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  20. Esta reflexión la escribí para continuar el debate, saludos a tod@s:

    SI EN LAS CALLES HAY MUERTOS TAMBIÉN HABRÁ POESÍA
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    Esta reflexión la escribí a partir de un comentario que me hicieron durante la constelación poética 2011 acerca de que “la calle no es terreno de la poesía”. Opino diferente: todos los terrenos son de la poesía.





    En Tijuana desde hace más de un año comenzamos con un proyecto llamado Colectivo Intransigente, el cual es un grupo multidisciplinario de creadores dedicados a realizar intervenciones artísticas como lecturas de poemas, performance, happenings, dinámicas grupales, entre otros. A lo largo de este tiempo el proyecto se ha diversificado a otras áreas como ciclos de debate, proyectos editoriales y talleres, pero fundamentalmente las intervenciones artísticas son las que más han visibilizado al colectivo.



    Para llevar a cabo estas acciones, los espacios en los que hemos participado van desde cafés, preparatorias, universidades, centros culturales independientes, instituciones, festivales o encuentros, pero más que nada predominan las intervenciones en las calles, transporte público, bares, plazas, azoteas, iglesias y cualquier otro lugar donde se nos apetezca decir algo. El lugar se elije y la voluntad va. Ya no se oyen las quejas de la falta de espacios para difundir nuestra obra o compartir nuestros poemas, porque si no existe el espacio o la apertura para acceder a él, nosotros creamos otro espacio. Cualquier lugar en la ciudad puede ser una plataforma idónea para la expresión artística, en este caso poética; y al decir cualquier lugar me refiero al que nos dé la gana de elegir, ya sean monumentos, banquetas, jardineras, esquinas del semáforo, la mitad de la calle, afuera de los mercados y dentro de ellos, parques, puentes, garitas, el bordo fronterizo, etc. Todos y cada uno de estos espacios pueden ser reapropiados a través de lo artístico para subvertir su dinámica diaria y dotarlas de una atmósfera diferente. Considero que es en la calle y no solamente en los espacios cerrados el lugar que le corresponde a la expresión poética. Ante los tiempos actuales, donde decenas de miles de cuerpos han quedado tendidos a lo largo del país, hundidos en la muerte y las marcas de la atrocidad y el horror, la voluntad poética lanza una consigna de vida en respuesta a las actuales circunstancias: si hay muertos en las calles, también habrá poemas; como una reacción, sí, como un efecto consecuente sin adjetivos, un puro acto creativo que nace y se redirige a los anhelos propios, como una especie de filtro que da aliento a la existencia.

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  21. SI EN LAS CALLES HAY MUERTOS TAMBIÉN HABRÁ POESÍA
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    La poesía no tiene un lugar fijo para ser, y al no tenerlo, es posible evocarla en todas partes, así de sencillo. Armados con megáfono y unidos en la voluntad de acción, realizamos intervenciones en los espacios que nos plazcan, asumiendo el riesgo que esto nos ha traído (sobre todo con la policía, intolerantes y los prejuicios que nunca faltan) no sólo escribimos nuestros poemas, sino que también los leemos y decimos de memoria, están integrados a nosotros, se van desplazando las hojas que muchas veces sirven como escudos de temor. Tampoco descuidamos nuestro proceso creativo individual, cada quien en el colectivo es responsable de desarrollarlo hasta sus máximas consecuencias. Encuentro que el poema posee la libertad de reinventarse cada vez que es dicho en voz alta, afectado por las emociones presentes y el contexto; y que no solo basta escribirlo, sino que también la voz y el cuerpo son parte de él, creación-escritura-lectura-acción-reacción, son parte del proceso creativo. En este sentido, las acciones e intervenciones que hacemos son otra forma de escritura, los actos y las irrupciones también son poemas. Usan otro lenguaje que conlleva otra lectura y otra manera de percibirlos también. Esta noción es un contraste ante lo considerado inamovible, pero actualmente es preciso desafiar lo supuestamente lo arraigado. Por eso hay quienes al encontrarse ante una propuesta diferente, siempre recurrirán a los prejuicios para re-establecer sus nociones, reafirmándolas como ojos que se imponen a ver hacia atrás, pero sobre todo, asimismos.



    Yo me pregunto, durante cuánto tiempo la poesía a estado circunscrita a los espacios cerrados y sepultada entre las sombras de las bibliotecas. Durante cuánto tiempo la poesía ha sido delimitada de su esencia expansiva, para encerrarla en lo institucionalmente aceptado y lo políticamente correcto, tanto en temáticas como estilos. Durante cuántas y cuántas décadas se ha detenido su fuerza creadora, que siempre busca su renovación, por quienes buscan la supervivencia de sus propias formas y fondos, aún cuando éstos hayan caído en inercias paralizantes y pantanos académicos. En la actualidad todavía, la noción general de las personas acerca de la poesía está cercada por ideas romántico-amorosas, rimas u otros prejuicios que la hacen parecer como un oficio para bohemios enajenados y fantoches, en busca de enamorar a algún incauto, o lo peor de todo, recibir migajas en aplausos que le den de beber a su lastimada falta de atención. Lo lamentable es que muchos poetas reafirman estos prejuicios, insertándose al juego de productos de consumo en esta gran sociedad del espectáculo.

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  22. SI EN LAS CALLES HAY MUERTOS TAMBIÉN HABRÁ POESÍA
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    Hoy considero que la expresión poética en particular debe valerse de todas las plataformas posibles que conozca o vaya conociendo, en vez de cerrarse ante ellas. Por supuesto que las formas tradicionales continuarán existiendo, las considero igual de válidas pero no equivalentes. Cada plataforma para la expresión poética implica también un nuevo sentido de lenguaje íntimamente relacionado con la percepción. Leer poesía en las calles desde luego que lo es. De lo que se trata es ejercitar lo mayor posible nuestra facultad perceptiva; aprovechar todos los medios; atrevernos a experimentar las diversas fibras de nuestra sensibilidad; arrojarnos a la experiencia; exponernos sin prejuicios ante situaciones que nos produzcan extrañeza, no cerrarnos ante lo desconocido porque desafía las estructuras propias. La calle es la nueva plataforma que elegimos para crear. La calle es la nueva hoja y el megáfono la nueva pluma. La calle es el documento en blanco y la voluntad el teclado. La calle es pura materia poética y nuestra voz el filtro que la va capturando. Pienso y siento que quienes se dedican a la creación artística tienen una vocación de aventura y exploración en esos otros mundos que habitan frente de nosotros y nos hacen sentir esa experiencia entre divina y fantasmal que provoca la poesía. Esta posibilidad es de todos y no de unos cuántos que aún tratan de volver una élite algo que es patrimonio universal. Hacen falta más creadores que conciban a la poesía como una labor multidisciplinaria y menos como un regodeo de tribulaciones autocomplacientes entre amargados, o los insoportables “poetas de vitrina” (como los llama Mavi Robles-Castillo). De nada sirven los dogmas en el arte, muchos menos los prejuicios que son el lastre de los siglos. Pienso que lo necesario hoy en día es una evolución en la creación y la expresión artística en general, que nos permita situarnos por encima de las actuales condiciones de vida, alcanzar otro momento estético tan necesario para nuestros tiempos, pero por la vía de la creación propia, no por la imposición violenta de la tortura y muerte.

    Cuánto ha cambiado la sensibilidad de un país lleno de tanta sangre y egoísmo. Cuánto más puede cambiar por otras vías que no sean las atroces, quién propone más vías.

    Nuestra misión no es salvar el mundo sino transformarlo en un nuevo paradigma de existencia, donde la poesía tenga que ver con expresión artística, sí, pero sobre todo y fundamentalmente, sea la vida.

    Jhonnatan Curiel
    9 de Agosto de 2011

    Texto completo en http://jhonnatancuriel.blogspot.com/2011/08/si-en-las-calles-hay-muertos-tambien.html

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  23. La Muerte no existe, muéstrenme a un muerto que exista y tampoco les creo.


    Aarón Rueda

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  24. La poesía no es el juego de nadie y evoluciona mediante la elegancia y no la vulgaridad, me decia el poeta Thiago de Mello en Medellín decía la poesia debe evolucionar pero con un lenguaje adecuado y no con las patas

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  25. que pedo no salio mi comentario.
    lo pondre en el face de jon.

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  26. "Menos show y más poesía".

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